Qué es el transponder de la llave del coche

Transponder de la llave del coche: qué es y cómo funciona en los antirrobos de los coches

copia llaves coche

Por Jorge Martínez

El transponder de la llave del coche es un dispositivo electrónico con un código inscrito, necesario para que la unidad de control reconozca la llave y encienda el motor de arranque.

Transponder es un término de origen inglés, derivado de la contracción y asimilación de las palabras transmisor y respondedor. En español se traduce a veces como transpondedor, aunque generalmente se utiliza la versión original. También puede identificarse mediante siglas como XPDR, XPNDR, TPDR o TP. Este dispositivo está especialmente extendido en las comunicaciones radiofónicas y aeronáuticas, así como en las comunicaciones por satélite; sin embargo, este tipo de tecnología también se utiliza en el sector del automóvil.

¿Qué es el transponder de la llave del coche y cómo funciona?

Limitándonos al sector del automóvil, podríamos definir el transponder de la llave del coche como el dispositivo electrónico que permite que la llave del coche interactúe con la unidad de control. Como su nombre indica, tiene la función de transmitir una señal y recibir una respuesta. El transponder se encuentra dentro de la llave del coche y consiste en un dispositivo electrónico cuya memoria contiene un código. La unidad de control electrónico del coche reconoce el código del transponder y pone en marcha el motor de encendido del motor. 

 

Este proceso es posible gracias a la presencia de una pequeña antena de reconocimiento en el bloque de arranque que permite al transponder enviar el código a la unidad de control. Existen muchos identificadores de transponder: por ejemplo, ID48 se utilizan para copias de llaves de Seat, Volkswagen, Audi o Skoda y ID46 suelen usarse para Citroen y Peugeot.

 

 

En los coches de última tecnología, el código del transponder de las llaves del coche ya no es fijo. Se puede encriptar mediante una radiofrecuencia protegida o se puede reescribir cada vez que se enciende el vehículo. Como esta tecnología es bastante delicada, entre otras cosas por el pequeño tamaño de los componentes funcionales, hay que tener cuidado al guardar y mantener los dispositivos. Por ejemplo, cuando las llaves se caen al suelo, el chip puede dañarse y, por tanto, el transponder de la llave del coche deja de funcionar porque no puede conectarse con la unidad de control; además, si las pilas de las llaves se agotan, también puede bloquearse el funcionamiento del chip porque la antena no puede reconocer el código de la llave.

 

Hay que tener en cuenta que, en sí mismo, el dispositivo transpondedor no necesita ninguna fuente de energía. De hecho, utiliza un sistema denominado «acoplamiento inductivo», gracias al cual el aparato obtiene la energía necesaria para su funcionamiento a partir de la señal recibida por la unidad de control del coche.

El transponder del coche en el antirrobo del inmovilizador

El conjunto de dispositivos formado por la antena receptora en la boquilla de encendido y el «chip» alojado en el interior de la llave forman un sistema antirrobo para coches conocido como inmovilizador. En la práctica, este sistema utiliza la antena para leer el código del transpondedor contenido en la llave y, si resulta no ser el correcto para un determinado vehículo, impide que el motor arranque el coche aun con una llave tallada. Este dispositivo antirrobo está diseñado principalmente para evitar el llamado «hot-wiring», es decir, arrancar el vehículo conectando los cables de encendido en lugar de utilizar la llave (una práctica bastante común en los robos de coches).

 

Como se ha dicho, el código del chip no siempre es fijo, especialmente en las llaves de los coches más nuevos. En cualquier caso, el inmovilizador de código fijo solo proporciona un código para cada llave que permanece inalterado después de cada encendido. El sistema de código variable, en cambio, cada vez que se pone en marcha el motor, reescribe el código. El proceso de reescritura se realiza sobre la base de un algoritmo que solo conoce el fabricante del coche. 

Por último, hay un tercer tipo de inmovilizador, que utiliza una tecnología diferente a las dos anteriores. Es el dispositivo con código electrónico codificado; utiliza un transpondedor de generación más moderna capaz de interactuar con la unidad de control instalada en el coche mediante una radiofrecuencia protegida en la que se codifican los datos de forma bidireccional.

 

Al contrario de lo que puedas pensar, el sistema de inmovilizador eléctrico se inventó a principios del siglo XX y fue patentado por St. George Evans y Edward Birkenbuel ya en 1919. El sistema consistía en una red de interruptores de doble contacto alojados en un panel montado en el interior del coche. Así, cuando se activaba el encendido, la corriente de la batería encendía las bujías provocando el arranque del motor o inmovilizaba el coche accionando el claxon. La versión moderna es automática –es decir, no hay que activarla cada vez– y varios países del mundo la han hecho obligatoria desde finales de los años 90: Alemania y el Reino Unido en 1998, Australia en 2001 y Canadá en 2007.

 

A pesar de los avances tecnológicos, muchos inmovilizadores modernos siguen siendo vulnerables. Muchos transpondedores de llaves de coches utilizan chips Megamos que pueden ser pirateados por los ladrones; el sistema puede ser pirateado en el coche pero no en la llave.

El transpondedor en el deporte del motor

El transponder también se utiliza a veces en las carreras de coches. Su uso principal es el de registrar los tiempos de vuelta. En los circuitos que se utilizan para cronometrar los tiempos por vuelta, se suele enterrar un cable cerca de la línea de salida y de la de llegada: este –triangulando con el transponder de a bordo– permite mostrar en una placa digital el parámetro de referencia cuando el coche cruza una de las dos líneas, registrando así el tiempo marcado en la vuelta.

 

Los sistemas RFID, tanto activos como pasivos, también se utilizan a menudo en eventos todoterreno, como las carreras de Enduro o Hare and Hounds. Los pilotos se ponen un transponder en el cuerpo, normalmente en un brazo. Una vez que han completado una vuelta completa, deslizan o tocan el receptor, que está conectado a un ordenador que registra su tiempo de vuelta. 

La tecnología de transponders también se utiliza en la NASCAR y se despliega en numerosos puntos de la pista –así como en los cables– para determinar la parrilla de salida durante las fases de la carrera cuando se señala un peligro o interviene el coche de seguridad. Este sistema ha eliminado la peligrosa práctica de volver a la línea de salida para restablecer la parrilla de salida.

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